lunes, 20 de mayo de 2013

El Prat de Llobregat, la ruta de los carabineros

Hoy os planteo una ruta senderista muy sencilla para realizar toda la familia, y que seguro a los más pequeños les va a encantar. Es sencilla pero muy completa porque habrá de todo, naturaleza, playa, arquitectura y alguna que otra sorpresa.

Se trata de la ruta de los carabineros en el Prat de Llobregat.

El Cuerpo de Carabineros fue un cuerpo armado español, creado en 1829, cuya misión era la vigilancia de costas y fronteras y la represión del fraude y el contrabando.
Durante la Guerra Civil, el Cuerpo de los Carabineros se alineó fundamentalmente con la República. Por este hecho en 1940, el General Franco decretó su desaparición e integración en la Guardia Civil.

El itinerario de ida tiene unos 3 Km. asi que haremos poco más de 6 km ida y vuelta. Es un recorrido idóneo tanto para hacerlo a pie como en bici.

Iniciamos el itinerario en el aparcamiento de Cal Gana. Una gran explanada donde es fácil encontrar sitio y algo importante, es gratis.
Cruzamos la avinguda Onze de Septembre y tomamos el Camí de la Bunyola. Se trata del camino que nos llevará hasta nuestro objetivo, el antiguo cuartel de los Carabineros. También es el inicio de otra excursión que haremos otro día y que a través de dos caminos diferenciados para caminantes y ciclistas nos llevará a la playa del Prat.


Llegamos hasta el cruce donde podriamos dirigirnos hacia la Playa del Prat a nuestra derecha, a los espacios naturales del Delta a nuestra izquierda o seguir recto dirección a la Antiga Caserna dels Carrabiners y al Mirador del Semàfor. Seguimos recto por el Cami de la Bunyola que está asfaltado, no cogemos el camino de tierra que utilizaremos a nuestra vuelta.


Inicialmente el camino sigue estando asfaltado aunque la circulación de vehículos está limitada a los propietarios de los huertos que hay en el camino.


A nuestra derecha quedan estos huertos, realmente muy cuidados. Por lo que puedo ver se trata de jubilados que aprovechan su tiempo libre en estos terrenos.


Algunos están realmente bien cuidados. Se nota que llega la primavera pues muchos de los huertos tienen pequeños jardines.


A nuestra izquierda quedará durante todo el camino de ida un canal.


Avanzamos en nuestro caminar y cual es nuestra sorpresa cuando vemos un avión descendiendo para aterrizar. Esta imagen nos irá acompañando en nuestro camino.


Pasamos junto al parque infantil y la zona de picnic que hay enfrente del tanatorio. Si pensais que los 6 km son demasiado para vuestros pequeños podeis ir en coche hasta este punto pues hay una zona de aparcamiento muy amplia.


Seguimos disfrutando de las manioblas de descenso de los aviones que van aterrizando cada 3 minutos más o menos. Os aseguro que disfrutareis viendo a los peques poner esas caras de alucinados. Sólo por esas caritas merece la pena acercarse a este punto.


Llegamos al cruce de la carretera que lleva al parking del centro de información de los espacios naturales. Este punto se encuentra justo debajo de la zona de aproximación de aterrizaje del aeropuerto del Prat.


Otra forma de acortar la excursión que os proponemos es venir en coche hasta este punto. Acortamos el itinerario casi en la mitad aunque perdemos la emoción de ir acercándonos al pasillo aéreo viendo las manioblas de aproximación de los aviones.

Seguimos el camino con el canal a nuestra izquierda y una pequeña acequia a la derecha.


Seguimos el Camí de la Bunyola hasta llegar al mar.


Allí encontramos el mirador de la Bunyola.


Desde el mirador se puede ver por un lado la zona cercana a la desembocadura del Llobregat


Al otro lado podemos ver a lo lejos la caserna dels carrabiners.


Volvemos al final del camino de la Bunyola y tomamos el camino que va a la derecha hasta la caserna dels carrabiners.



Hasta bien entrado el siglo XX, el litoral de El Prat fue un territorio inhóspito y poco poblado, cubierto de marismas, arenales y pinedas. Muy alejado del pueblo, de los terrenos labrados y de los caminos más frecuentados.

Los carabineros llegaron a El Prat en el año 1.830, sólo un año después de la fundación del cuerpo. Reinaba todavía en España, Fernando VII (El felón), que murió en 1.833, quien antes de morir ratificó y promulgó la Ley Sálica hecha por su padre Enrique IV para que su hija Isabel pudiera reinar.

Su misión principal era la vigilancia de la costa, el rescate de náufragos (frecuentes debido a las barras de arena y fango que El Llobregat depositaba en su desembocadura y donde embarrancaban los barcos con destino al puerto de BCN) y, en particular, combatir el contrabando, especialmente el de tabaco.



Debido a lo despoblado del entorno, su lejanía del núcleo urbano y la fragilidad del camino ante los aguajes o riadas del Llobregat, provocaba que los carabineros frecuentemente quedasen aislados.

La precariedad y estrechura de las viviendas originales hacía que los allí destinados que eran unos veinte a principios del siglo pasado (muchos con familia), viviesen amontonados.

Los oficiales, (tenientes o capitanes) en cambio, residían en El Prat o en el edificio del semáforo.



Pero la principal dificultad que soportaban los carabineros que vivían allí, era el paludismo, enfermedad transmitida por los mosquitos que se criaban en las zonas inundadas aledañas al acuartelamiento y, con frecuencia, toda la guarnición y sus familias estaban enfermos de fiebre.

De 1939 a 1970 el cuartel lo ocupó la Guardia Civil. Cuando se cerró el cuartel, buena parte de los edificios se desmontaron, quedando hoy poco más que el edificio, aunque mantiene bien su estructura gracias a una serie de reformas realizadas posteriormente.



También vale la pena acercarse al edificio del Semáforo que esta al lado de los Carabineros a unos 500 mts. aproximadamente.



Es la segunda sorpresa del día para los pequeños que alucinan con la pasarela de madera que nos da acceso al interior del edificio. Además se encuentra en un lugar de gran belleza natural, rodeada de las marismas y junto a la estanca de la Ricarda. Al fin y al cabo a esta zona se la llamaba La Albufera.


 
El Semáforo se construyó en el año 1887 para regular el trafico marítimo-costero y evitar accidentes. Otra misión de los encargados era informar al castillo de Montjuich de cualquier incidencia y también recuperar victimas, objetos y embarcaciones naufragadas. Esto se conseguía mediante la instalación de unos semáforos dotados con unos telégrafos ópticos que, siguiendo un código preestablecido, permitían la comunicación con los barcos que navegaban por la costa. También se podían comunicar con el Castillo de Montjuic.


En la parte superior del edificio hay un mirador desde el que se pueden disfrutar de vistas de toda la zona costera y de la Estanca de La Ricarda.



Tener en cuenta a la hora de planificar esta excursión que estos espacios naturales tienen el siguiente horario. Desde el 1 de octubre al 31 de marzo de 9 a 17 horas. Del 1 de abril al 30 de septiembre de 9 a 19 horas. El 25 y 26 de diciembre y el 1 y 6 de enero está cerrado. Los accesos a traves de los caminos están cerrados con puertas de madera.

Volvemos al punto de inicio del camino de la Bunyola. Podríamos volver por el camino de ida pero decidimos tomar el camino que va por la orilla izquierda del canal.


La vuelta también es muy entretenida pues nos permite seguir disfrutando de los aviones.


En las zonas de cultivo podemos ver la famosa alcachofa del Prat que es Denominación de origen.


Siguiendo el camino recto volvemos al punto de origen. Una excursión muy sencilla y con suficientes atractivos para pasar un día en la naturaleza.

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